
Se trata de una terapia
alternativa con propiedades curativas similares a la acupuntura china o a la
cromoterapia. De hecho, su origen se ubica en la acupuntura y en otros estudios
del siglo XIX sobre prácticas similares, que consideran el pie como un pequeño
mapa del cuerpo. De esta forma, al presionar sobre el lugar correcto se llega a
la zona dañada aliviando el malestar.
Además de las propiedades
curativas que esta técnica tiene para determinadas dolencias, también es un
tratamiento ideal para conseguir el equilibrio mental. El tratamiento es un
buen método de relajación que ayuda a liberar el estrés, calmar la ansiedad y
mejorar el estado anímico. Todo ello, contribuye a mejorar la salud y la
calidad de vida de las personas que se someten a este tratamiento.