La principal característica del
quiromasaje es que se trata de una técnica manual que se realiza en la piel, el
tejido adiposo y los músculos del cuerpo humano. Es un tipo de masaje con
siglos de antigüedad que ha conseguido permanecer hasta nuestros días.
El quiromasaje debe ser realizado
por un especialista cualificado que tenga capacidad para determinar el grado de
presión y la sensibilidad que debe utilizarse en el tejido a tratar. Este
masaje es útil para tratar gran cantidad de dolencias de forma natural, sin
ayuda de ningún aparato.
El quiromasajista presiona,
golpea y frota determinadas zonas del cuerpo con fines terapéuticos,
deportivos, de relajación, etc. Los masajes liberan tensiones de la piel, ayudan
a reforzar los músculos y evitan contracciones, mejoran el sistema sanguíneo y
el sistema nervioso, reducen en estrés, disminuyen el cansancio físico y mental
y tienen un efecto relajante.
La persona que realiza los
masajes debe ser un profesional con conocimientos en ámbitos como el sistema
muscular, óseo y nervioso del cuerpo humano. El quiromasajista debe identificar
el origen de la lesión que produce la dolencia para tratarla desde la raíz y
favorecer el bienestar general de los pacientes.